Comprueba que no tiene permanencia
Saber si la cuenta bancaria tiene compromiso de permanencia es el primer paso a seguir, es el paso previo para eliminar una cuenta bancaria. Lo más habitual es que las cuentas bancarias no la tengan. Sin embargo, si estás pensando en cerrar una cuenta nómina debes recordar qué condiciones firmaste. Generalmente ofrecen regalos y éstos suelen llevar como condición la permanencia durante unos meses determinados e incluso años, en función de las características del regalo. En este caso, habría que pagar una penalización.
Verifica que no hay operaciones pendientes
Otro paso muy importante es verificar que no queda ninguna operación en curso, deudas o compromisos pendientes con el banco. Es decir, antes de realizar ningún trámite, asegúrate que has cambiado todos los recibos a tu nueva cuenta. Para eso deberás llamar a tus proveedores y facilitarles el nuevo número.
Calcula también qué cargos están pendientes de cobro, para que no se encuentren con una cuenta sin fondos. Es importante cerrar la cuenta solo cuando ya no queda nada como cargos de tarjetas o compras por Internet por llegar.
Otra circunstancia habitual es que la cuenta bancaria esté registrada en la administración. Si es la que se ha usado para recibir alguna ayuda pública, ingresar la devolución de Renta o recibir una indemnización del Estado, es posible que figure como tal. En ese caso, habría que comunicarle al organismo correspondiente el cambio, para evitar conflictos que podrían ser difíciles de solucionar.
Saca el dinero de la cuenta
Una vez que se han realizado las gestiones anteriores, es recomendable dejar la cuenta a 0 euros. Es importante retirar todo el dinero antes de cancelarla para asegurarnos de no perderlo. Puedes hacerlo en efectivo e ingresarlo en tu nueva cuenta o realizar una transferencia.
Las cuentas que dejamos a 0€ no se cierran solas
Por otro lado, no debes olvidar que dejar tu cuenta a 0€ no significa cerrarla automáticamente. Es más, puede acarrearte problemas. En concreto, si permanece abierta, puede implicar gastos de mantenimiento y al no haber fondos, se puede quedar al descubierto y plantearte un problema. En este caso ya no te cobrarían únicamente la comisión de mantenimiento, sino que además, tendrías que sumar la penalización de dejar la cuenta en los conocidos números rojos.
Firma la cancelación
Para cancelar la cuenta puedes acudir a tu oficina o bien puedes mandar una carta certificada indicando explícitamente que quieres cerrarla. Sin embargo, la primera opción es la más recomendable y más rápida. No olvides presentar el DNI del titular o titulares de la cuenta.
Otro aspecto importante que hay que tener en cuenta es que la firma del titular o titulares será imprescindible para cancelarla: tiene que figurar el consentimiento de todos por escrito. La única excepción en la que no será necesaria es en caso de fallecimiento del titular. Entonces serán los herederos legales quienes tendrán que presentar un certificado de defunción, una declaración de herederos y la adjudicación de la herencia.
Entrega talonarios, tarjetas y libretas
Cuando termines con el proceso de cancelación, no olvides entregar las tarjetas, la libreta y los talonarios, en caso de tenerlos. Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomiendan que en el momento de anular las tarjetas, el usuario pida al banco que le restituyan la parte proporcional de la cuota anual y lo mismo con la comisión de mantenimiento de cuenta. No obstante, si la cancelación se produce por cambio a otra entidad, puede que no te devuelvan dicha parte proporcional. Es más, en algunos contratos se especifica que en caso de cambio, el cliente no tiene derecho a ninguna devolución.
Solicita un justificante del cierre de la cuenta
Una vez realizados todos los trámites anteriores, no puedes olvidar pedir un certificado de cancelación de la cuenta. Se trata de un documento en el que se pone de manifiesto que la relación contractual entre la entidad financiera y el cliente ya ha finalizado.